Eres periodista y técnico bibliotecario, ¿cómo se hacen presentes estas dos profesiones en tu vida?, ¿qué aporta cada una en tu relación con la LIJ??
Debo sumar a esas dos el ser lectora, algo que creo define mi quehacer no solo en mi vida profesional, sino en la vida misma, además de tener un intenso pasado como librera. En ese sentido, todo se conjuga. Siempre he sido inquieta, y me gusta hacer diversas cosas, por ende combinar estas formaciones y oficios es natural. El periodismo corre fuerte, más de lo que pensaba hace algunos años, en el afán de comunicar, de querer no solo estar enterada, sino sobre todo de poder acercar la información a otres. Creo firmemente en el derecho a la información y a la expresión, es esencial en cualquier democracia, y para la vida en sus diversos aspectos. Y la labor bibliotecaria, el haber sido librera y seguir siendo lectora viene de mi amor por los libros y por compartir lecturas, por poder hacer posible el encuentro de un lector o lectora con los libros que quiere leer, y de mover esas colecciones. Amo las bibliotecas y creo que todas esas posibilidades de formación y trabajo se pueden conjugar muy bien en un espacio como una biblioteca, en sus diversas formas.
Eres una gran comunicadora, ¿cómo surge el podcast “PerdidosEnelBosque”? Cuéntanos por favor sobre esta iniciativa y experiencia.
Nace como un proyecto pandémico. En periodo de cuarentena y de medianoche, en medio de un desvelo. Y nace por la necesidad de conversar, de hablar de libros. Necesitaba ese espacio, pero no quería que solo fuese de libros y literatura. Y eso fue algo que concordamos muy bien desde un inicio con Isma Rivera, editor y poeta, mi compañero en este proyecto que ya lleva año y medio. Hablamos de libros, cine, teatro, de cultura, de música, y también de historia y política. Las cosas que amamos y nos interesan no corren por carriles separados, la vida no es así. Por eso nos parece que lo que unía todo era una idea de relato que se construye en la conversación, en el diálogo. Así que en eso estamos: conversando y ha sido muy gratificante y entretenido. No solo por las grandes invitades que hemos tenido y han confiado en el espacio, también y especialmente por los comentarios que nos han llegado que de verdad han sido hermosos, y nos animan a seguir con todo.
De las entrevistas que te ha tocado hacer en LIJ, ¿qué autora que te haya sorprendido, destacarías y por qué?
Muchísimas. Pero mi favorita sigue siendo la entrevista a Kitty Crowther, autora belga y a quien entrevisté hace ya varios años. Conversar con ella fue darme cuenta de lo que leía en sus libros, en sus magníficas ilustraciones; eran lo que yo había sentido, que había podido ver, y había además algo profundamente feminista, o más bien, ecofeminista en su trabajo. Hay una relación con la naturaleza que ella desborda en sus delicados detalles de flores, plantas, bosques, a lo que se suman sus mujeres potentes de libros como Madre Medusa, Annie du lac (no traducido) y Leslie en El niño raíz. Ella hablaba de amar las punk ladies, y eso me encantó aún más de ella. Quizás algo que me impactó mucho de conocerla fue darme cuenta de su habilidad de decir lo intraducible en un par de palabras, en sus ilustraciones. Confieso que en esa época y todavía hoy, sigo siendo muy entusiasta de su trabajo. Lamentablemente, mucho de lo que hace no llega por acá, pero la sigo atenta.
Por otro lado, tiene libros tan potentes como Theo y Dios donde aborda temas tan complejos, pero con una maestría notable. Conocer su trabajo y poder conversar con ella un buen rato, fue una de las entrevistas LIJ con mayor impacto, y un recuerdo que guardo con mucho cariño. Fue además tan amable y divertida, tan cercana y cálida.
Puedo sumar también otras dos grandes conversaciones: Michèle Petit y Ana Garralón. Un lujo poder conversar con ellas y ahondar en otras aristas del fomento lector y la importancia de la lectura.
Respecto de IBBY Chile, ¿hace cuánto entraste y qué te motivó a sumarte?
Me uní el año pasado. Ya había colaborado como externa, como jurado y la verdad es que tenía muchas ganas de sumarme a un espacio donde se hablara de LIJ, de fomento lector y unirme a otras entusiastas. Soy partidaria de la buena literatura y me gusta compartirla. Creo que es un tremendo espacio, y si bien estoy hace poco, valoro y celebro todo lo que se está haciendo. He conocido a personas muy queridas, con muchas ganas por aportar y hacer comunidad en torno a la LIJ y el fomento lector. ¿Cómo no querer estar aquí?
Eres coordinadora del Comité Lector IBBY Chile, ¿en qué consiste esta labor?
Somos un equipo que organiza desde la llegada de los libros a la disposición para su lectura por parte de quienes hoy son lectoras y lectores del comité de evaluación de libros infantiles y juveniles. Esa es la labor central de este grupo: leer, revisar, conversar y recomendar los mejores libros. En este momento, como equipo nuevo, un trío que cuenta con el apoyo y colaboración de Andrea Brunet y Mariam Escobar, estamos trabajando junto a la directiva de IBBY para perfeccionar el comité, generando estándares y con el afán de establecer no solo nuevas formas de evaluar, sino también de cómo hacer las mismas lecturas y de formación, con un enfoque que en esta etapa está privilegiando lo nacional y latinoamericano. Más adelante podremos ir ampliando la mirada, pero debemos partir por casa, no?
Hay mucho por hacer aún, pero estamos felices trabajando en esta nueva etapa que seguro tendrá más desafíos y que esperamos convoque a nuevos socias y socios a sumarse en la lectura de libros para niñas, niños y jóvenes. Conversar de lo leído, evaluar cooperativamente en una reunión de diálogo y discusión en torno a los libros es de suma importancia, es una etapa crucial. Nuestra idea es poder entregar una voz y una retroalimentación valiosa al ecosistema del libro nacional. Finalmente, ese es uno de nuestros principales objetivos: dar una mirada que sea provechosa para el ecosistema incluyendo a mediadores, docentes, autores, editores y por supuesto a los lectores.
En relación al mundo del fomento lector, ¿cuál dirías que ha sido tu gran descubrimiento en los últimos años?
Conocer nuevas formas de lecturas, principalmente por parte de los jóvenes. No sé si es un descubrimiento muy original, pero poder aproximarme a la lectura que hacen los jóvenes es siempre un desafío, por eso agradezco tener esos espacios. Donde yo misma como lectora y desde el desarrollo de colecciones me comprometí a poder ampliar mi propia mirada, desafiarme a leer cosas que quizás antes no leería, y dejar de pensar en qué quiero que lean los jóvenes y pasar a ver qué leen ellas y ellos y cómo yo puedo aportar en eso. Creo que cambiar mi mirada adultocentrista (no es fácil y todos los adultos sufrimos en mayor o menor grado de eso) es lo central y es clave. Jamás imponer. Jamás. Y por lo mismo, pensar en otros formatos de lectura y de creación. Siempre hay cosas muy nuevas y una como adulta debe estar atenta y ser curiosa. Dejarse sorprender también.
Dentro de los proyectos dedicados al fomento lector que más me han gustado en el último tiempo es Cuenta tu ciencia, plataforma dedicada a la divulgación científica y que trabaja con libros, especialmente infantiles, pero no únicamente. Esto me parece clave además, porque los buenos libros son para todes, no tienen una edad determinada, sino que pueden ser disfrutados por diversos lectores. Es muy estimulante ver la mirada que tienen y una inspiración, porque el tema de la divulgación y de los libros informativos me interesa muchísimo.
A este sumo, en relación con los jóvenes, la librería online La Nube Nueve, que tiene un trabajo que se ha ido enfocando en literatura para jóvenes, muy crossover, que me parece, se ha hecho con mucho cariño y atención. Un catálogo bien pensado y que ha creado una comunidad y eso es muy notable.
Así como Cuenta tu ciencia, que es de Valdivia, hay muchas iniciativas en regiones que en Santiago desconocemos. Hay muchas acciones, organizaciones, librerías, editoriales y proyectos que están haciendo un trabajo dedicado y muy bonito. Formando mediadores y acercando la lectura y los libros a diversos espacios. La lista ahí es muy larga para seguir nombrando en este espacio, pero sí dejo una invitación a mirar más allá de Santiago, Valparaíso y Concepción, que suelen ser los lugares en que primero miramos. Por eso también me gustaría que el Comité pudiera sumar a más lectoras y lectores de regiones. Hay mucho por mirar, que está sucediendo en provincia y desde IBBY queremos darle visibilidad.
¿Podrías recomendarnos un par de libros de LIJ para los y las socias de IBBY Chile?
Pedirme recomendaciones siempre es un riesgo conmigo porque la lista es larga!
Dejo algunos libros que amo y que he leído este año.
- Plántalo tú. Un alfabeto humanista de Ángeles Quinteros, Valentina Insulza y las ilustraciones de Sandra Conejeros para Escrito con Tiza (2022).
Educación ciudadana que invita a reflexionar, debatir y a actuar. Ideal para compartir y mediar.
- Siempre cerca de Mark Janssen de Fondo de Cultura Económica (2021).
Un libro que aborda, sin palabras y de forma magistral, la muerte y el duelo.
- El jardín de Atak, editorial Niño (2017).
La belleza de un jardín, de la naturaleza y nuestro vínculo indisoluble con ella. Somos naturaleza y se nos suele olvidar. Este libro es una maravilla.
- Las matemáticas también cuentan. Selección de obras para orquestar oportunidades de aprendizaje matemático – literario que publicó Biblioteca Escolar Futuro, y que está disponible para descarga en su web.
- Ideal para mediadores. Una guía muy interesante que permite conocer un amplio abanico de libros que invitan a lo interdisciplinario, pero sobre todo a pensar diversas materias desde lo literario, privilegiando el diálogo y la exploración.
- Baba Yaga de Joanna Mora, de editorial Cocorocoq (2022).
Una adaptación de un clásico medieval muy favorito y con ilustraciones de Canas Verdes.
- Destino de Fausto de Oliver Jeffers editorial Fondo de Cultura (2021).
Una fábula sobre la codicia del ser humano que ha depredado la naturaleza. Jeffers es un maestro en mostrar con pocos elementos lo esencial de una historia en toda su profundidad y complejidad.